La cantidad de Bibliotecas Populares de la Provincia de Santa Fe es escasa con respecto a la satisfacción de las necesidades de consulta y lectura de la sociodemografía ciudadana. Las bibliotecas populares argentinas son centrales en estas políticas públicas. Como organizaciones civiles que pese a contar con el apoyo y subsidios de los distintos niveles del gobierno les resulta sumamente dificultoso a sus Comisiones Directivas afrontar el pago de los salarios y leyes sociales de un bibliotecario que lleve adelante su gestión fundamental.
Muchas veces sus escasos recursos hacen que innumerables Bibliotecas Populares no cuenten con bibliotecarios al frente de la institución, y en lugar de profesionales ocupen ese lugar voluntarios que pueden provenir de la Comisión Directiva o sencillamente personal que con la mejor buena voluntad, llevan adelante como pueden la biblioteca. Esto desdibuja la misión de las bibliotecas populares, el sentido de la profesión de bibliotecario y la dirección de la estrategia de los diferentes niveles del estado para formar profesionales y para cumplimentar sus propias políticas de difusión de la lectura y las diferentes expresiones culturales en todo su territorio y para todos sus ciudadanos, dificultando a las propias bibliotecas mantener el compromiso de la Institución con la comunidad.
Sólo se pueden brindar buenos servicios con recursos humanos capacitados, con estrategias que duren en el tiempo, con políticas públicas duraderas que permitan a cada
biblioteca satisfacer las demandas culturales de los habitantes de la comunidad en la cual se halla inserta. Porque no hay que olvidar que estas instituciones no las funda el estado: nacen de una necesidad de vecinos, normalmente, son asociaciones civiles.
Agradecemos a los 23 diputados provinciales que con su firma acompañan tan loable iniciativa.
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